sábado, 24 de enero de 2009




He venido a parar al infierno, previsible consecuencia de mi desvarío en la vida y en la tierra y oh! mi pertinaz inclinación al pecado. ¿Quiénes son estas gentes que deambulan en un febril ensueño? Un insigne poeta recita a viva voz un encendido verso, con lágrimas en los ojos... Anotaré en mi cuaderno lo que vea en el infierno. Busqué inútilmente un teléfono encontrando sólo pan duro botellas vacías y a mi tío Romualdo. Tristes las armas de aquellos que vivieron sin merecer alabanza ni vetuperio, sin embargo, se divierten. Veo pasar a la madre Teresa de Calcuta, en alocado trotar, montada en un cerdo. Dios Santo. Perversos demonios hacen penar al poeta infatigable, recita aún siendo rostizado. ¡Por querer atrapar el viento sufrirás este tormento! Chi veder vuoi la salute! Un pez espada eyacula sobre un pelícano embalsamado. Aparto la mirada, me resulta un triste espectáculo. Mambo! Habanera! Cha Cha Chá! Un marinero, pícaro y trotamundos, exhibe orgulloso horribles picaduras de insectos de Nepal. Igne Comurator Sic Quod Moriator. Cuac Cuac. Ásame bien compañero. Un unicornio depone sobre una bandeja de plata, mientras intenta matar a una mosca con un cucharón. Oink Oink. ¿Quién se ha tomado todo el vino? ¿Alguien quiere besar mis hermosas piernas desplumadas?
- ¿Quién eres tú enano de cemento?, que no pareces cuidarte del incendio y yaces altanero.
- Soy el mismisimo Demonio, ¡Ay, Candela!
- Lo imaginaba más imponente...
- Bien! Me alegra haberlo decepcionado. Su calvario será volver a la tierra, al mundo, es usted muy estulto, será bien recibido en el paraíso, luego.
- Pero aquí estoy a gusto...
- Mire, no voy a discutir con usted.
- Me voy a aburrir!
- ¿Qué quiere que le diga? Practique volley, coleccione estampillas...Hasta Nunca!