sábado, 21 de noviembre de 2009

17:00 hs

"Pintamos la puerta de la habitación mientras escuchábamos Crystal Castle. Me molestaba el hecho de tener que esperar a hacer la segunda capa, ya que la primera estaba muy aguada y quería taparlo ya. Mientras esperaba, fui a la computadora para cambiar la música porque quería algo que me rompiera aún más la cabeza. Adoro la sensación de la música fuerte en mis oídos, me agita. Es excelente. No tenía ganas de ponerme a buscar la versión de De-Louse In The Comatorium, así que dejé una en vivo. Y se podía escuchar, oh sí, el dulce sonido de Son et Lumiere, seguido de Inertiatic Esp. Me tiré en el piso. Nos quedamos ahí tirados un rato hablando. Después nos tiramos en la cama y sonó la alarma. Me tenía que ir. Me quedé un rato más.
Cuando salimos del departamento se cerró la puerta y se quedaron la llaves adentro. Me senté en las escaleras para esperar. De repente un ruido violento se escuchó. Bajó corriendo las escaleras y yo no entendía qué era lo que estaba pasando. Lo seguí hasta abajo de todo y cuando estábamos abajo lo miré y le hice una seña con la cara para ver que era lo que había pasado.
Me acompañó hasta la parada de colectivo y rápidamente vino el 152. Éntré y empecé a poner las monedas de veinticinco centavos y se me cayó una. La agarré, la puse en la máquina y me fui a sentar. No había mucha gente. Me hacía reir el hecho de estar vestida como cuando voy a gimnasia del colegio, con un jogging azul y una remera negra que dice BUENOS AIRES FUCKING CITY que me había prestado. Y me reía. Mucho. Había una chica sentada en un lateral frontal mío que me miraba mucho. Y entonces, decidí mirarla. Fijo. Con los ojos abiertos, muy pero muy abiertos, pero no desorbitados, una abertura justa como para asustarla un poco. Trataba de correrme la mirada, pero no podía, estaba totalmente ahogada en el terror que le provocaba no poder evitar que la mirara. Y por dentro me reía, me reía tanto. Y agarró su celular, yo seguía sin quitarle la mirada de encima y llamó a su progenitora. Se paró, y yo me paré exaltadamente, me sacudí el pelo y volví a sentarme. Tocó timbre, y se abrieron las puertas, me miró y yo le regalé una sonrisa. Esperé a mi parada y me bajé, corriendo hasta el instituto al cual estaba llegando tarde. Terminó mi clase, y fui a la esquina a comprarme un agua. Caminé.
Deshaciendo imágenes a través de los ojos, me encontraba sentada en el escalón de un museo. Mi boca absorvía y mi lengua saboreaba el gusto del agua que estaba tomando. En frente la plaza Juramento me llamaba, pero yo me encotraba bien sentada ahí. Mientras pasaba la gente, la observaba, esperando nada."

15 comentarios:

Camila dijo...

JAJAJAJAJAJJAJAJA
ni a la gente del bondi dejas en paz putita

Camila dijo...
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Pablo Y. Abdala dijo...

Me gusta, me sentí observado.

no found dijo...
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no found dijo...
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Michelle dijo...

te amo y no me extraña que le hayas echo eso a la pobre piba jajaa

no found dijo...
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no found dijo...
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I wanna be sedated dijo...

se sabe que sos una masssssssssster , jajaj pobre piba,yo hago siempre lo mismo mirò fijo a los que me miran y despues no se bancan estar cara a caa entonces agarran el celular o miran a otro lado y de reojo se fijan si sigo viendo jajaja, somso crackssssss darling

Lucila F. dijo...

tenés el pelo re dioso :')

Michelle dijo...

sos una conchuda algun dia firma bien ¬

violeta dijo...

me gusto el principio

maatiesquivel dijo...

extrañaba el blog e.
jajaj (L)

Lucila F. dijo...

posta, me gusta. no había leido la entrada está, es genial :]

Camila dijo...

todo bien srita importante
per me gustaria que se presente en mi vida de vez en cuando porque...
Ahora hay otro en mi vida ♫ (?
te amo