jueves, 2 de septiembre de 2010

Pero tiene ritmo

Es como la historia de un asesino en serio.
Un asesino en serie.
Y termina con que va a ir a visitarte a vos.
Siento una respiración en la nuca, corazón?
Tengo que hacer una promesa o firmarte un acuerdo para que creas en mi? De todas maneras ni mi firma ni mi palabra valen nada! En la postura que me encuentro en este momento de la única forma que nos podemos esperar un golpe es estando marchando en medio de la 9 de Julio y que vengan a rompernos el orto a todos.
Ni siquiera había caminado tres metros y ya estaban sacando armas blancas, on fire, armas de la intolerancia.
Caminando, mirando con altura.
¿Desde dónde?
Desde la actuación.
Rompió un cuello.
También desangró mentiras.
Electrificó la normalidad de las cosas.
Siguió tocando puertas.

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